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No existe oposición entre carisma y jerarquía en el sacerdocio

4 de julho de 2016

Introducción
El objetivo que me propongo es demostrar que existe reciprocidad entre carisma y jerarquíaen el ejercicio del sacerdocio. Para eso, se tendrán en consideración, en primer lugar, los conceptosde jerarquía, carisma y reciprocidad. Enun segundo momento, la argumentación con los siguientes enunciados:Jerarquía y carisma  están unidos en beneficio de la comunidad. El carisma hace fructífera la misión del sacerdocio ministerial.La jerarquía promueve la unidad porque es uno de los carismas del Espíritu.A modo de contraargumento, El carisma comprendido como un don opuesto a la institución jerárquica. Finalmente, las consecuencias que avalan la tesis como verdadera.

Conceptos:a)jerarquía se entiende aquí como una estructura establecida en orden, con el fin de facilitar la organización eclesial. Precisamente, al ministerio eclesial se la llama jerarquía, y sus integrantes son denominados ministros, del latín minister.b)Por otro lado, en la concepción cristiana, carisma es entendido como don que tiene su origen en el Espíritu Santo, que no puede ser considerado el resultado de capacidades o habilidades naturales. Entonces, al no ser propiedad de la persona debe ser considerado un don que configura a quien lo recibe con Cristo, para actuar en su nombre. c)Finalmente, la reciprocidad viene a significar correspondencia mutua, correlación, concordia, lo que se da simultáneamente y de forma armoniosa.

Primer argumento:
Jerarquía y Carisma  están unidos en beneficio de la comunidad. En primer lugar,existe la necesidad de una jerarquía en la Iglesia, porque ella es esencial para la organización comunitaria, es por esa razón que se eligen algunos miembros para que realicen servicios específicos. De ahí se deduce que,la jerarquía está en función de los fieles. En efecto, el ordenamiento comunitario comprende la distribución de funciones, que da lugar a una multiplicidad de oficios.En segundo lugar, el carisma recibido por el ministerio sacerdotal tiene un valor definitivo, que asume toda la persona del ordenado para que dedique su vida al servicio. Específicamente, de esta forma el don divino del Espíritu orienta a la jerarquía. Sin olvidar que el hombre es libre para responder positiva o negativamente a tal carisma, aunque, lo ideal es que hayaunarespuesta afirmativa a la llamada de Dios.

Segundo argumento
El carisma hace fructífera la misión de la jerarquía.Ordinariamente, la jerarquía hace visible a Cristo, Sacerdote y Pastor de la Iglesia, por tanto, ella favorece a que sea perceptible aquello que el Espíritu hace invisiblemente. Con esta idea, se ve la necesidad de una expresión visible e instrumental del dato invisible y eterno, lo que representa la figura del ministro ordenado, in persona Christi. El elemento visible-humano es fundamental en la concepción católica, ya que permite hacer una analogía entre el misterio del Verbo encarnado y el misterio de la Iglesia. Entre tanto, el carisma armoniza y complementa la misión de la jerarquía, porque la acción del Espíritu siempre impulsa al servicio y orienta a discernir lo que es mejor para la Iglesia. En otras palabras, el carisma dinamiza el ministerio sacerdotal, enriqueciendo así a toda la comunidad.

Tercer argumento:
La jerarquía promueve la unidad porque es uno de los carismas del Espíritu.Una tarea indispensable de la jerarquía es fomentar la unidad en la Iglesia, eso, porque Cristo dejó una misión y dio una potestad que debe ser ejercida en común por medio del ministerio sacerdotal. Nada se debe hacer por cuenta propia. En este aspecto, la jerarquía tutela y vigila los oficios para que la actividad de la organización eclesiástica no sea atomizada, sino más bien sea coordinada para que permita alcanzar la unidad. Asimismo, todos los carismas nacen del Espíritu entre los cuales está el ministerio jerárquico, por tal motivo, cuando se distribuyen los servicios es el Espíritu que los articula y armoniza, es decir, el ministro ordenado al enseñar, santificar y gobernar no actúa a título propio, sino por la recepción de la misión del Espíritu Santo para la edificación de la Iglesia.

Contraargumento
El carisma comprendido como un don opuesto a la institución jerárquica. Propiamente, la división entre carisma y jerarquía ha surgido apenas con el pensamiento modernista, porque quiere separar la autonomía del hombre de la acción divina. De la misma forma,históricamente la reflexión sobre el carisma ha experimentado un desenvolvimiento que no ha sido unitario ni homogéneo. Existen dos concepciones erradas sobre el sentido del carisma: 1) entender apenas como fenómeno extraordinario y llamativo; 2) identificar como capacidad natural del hombre o fruto de su esfuerzo moral.

Consecuencias
-          Jerarquía y carisma son dos conceptos que están relacionados simultáneamente en el ejercicio del sacerdocio, ya que se encuentran unidos por una peculiar dialéctica que es la vida misma de la comunidad.
-          La jerarquía es enriquecida por el carisma, con mutua correspondencia, porque el Espíritu siempre dinamiza el ministerio sacerdotal que  hace visible a Cristo Cabeza.
-          Para la unidad eclesial, el Espíritu actúa a través de la jerarquía por ser ésta uno de los carismas, destinada para enseñar, santificar y regir al Pueblo de Dios.

-          La oposición entre jerarquía y carisma sería inaceptable eclesiológicamente porque ambas tienen un mismo origen en el Espíritu.






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