Sommario
La pericope Ger 2,1 – 4,2 ha una struttura tematica di un testo penitenziale sotto forma di רִיב di Dio con il suo popolo. Esso presenta uno sfondo giuridico sotto il
simbolo del patto di matrimonio בְּרִית, dove יְהוָה non è presentato come
giudice ma come partito. Quindi conclude con l'universalità del perdono di Dio per
mezzo della Nuova Alleanza.
Palabras clave:
Alianza, conversión, רִיב,
idolatría, universalidad.
I. Introducción
El presente trabajo
consiste en el análisis de Jr 2,1 – 4,2 en clave
de los parámetros del רִיב. Entonces serán analizadas las imágenes y
algunas expresiones que contienen el רִיב
profético. Por otro lado, me apoyaré en los
estudios exegéticos de Luis Alonso Schökel y en los elementos profundizados en
clase.
En esta unidad de Jr 2,1 – 4,2 se
encuentran en total 58 versículos, que contienen la esencia de la acusación del
profeta, el recuerdo de la vida de Israel, el pacto, el tiempo del desierto,
etc. De hecho aparece la palabra רִיב
en 2,9.29.
Es un texto unitario, a lo mejor, reeditado varias
veces, pero mantiene una conexión con la historia concreta, además los oráculos
transmiten el plan inicial de la Nueva Alianza.
Aparecen muchos símbolos que aluden a un vínculo
jurídico: matrimonio, alianza, prostitución, etc. Pero, presenta siempre a Dios
como parte y no como juez. Hay denuncia, reclamo de derecho, pruebas,
exigencias, contra defensa, perdón, etc.
Lo cierto es que Jeremías asume su misión y en
medio del pleito se convierte en un
profeta de la esperanza y consuelo, comprometido con la Alianza.
II. Contenido
A continuación propongo un esquema[1]para el análisis de la
presente unidad:
-
Denuncia con agravantes: 2,1-13
- Condición pecadora: 2, 14-17
- Intento de defensa: 2,23.29-30.35
*
Negación de cargos y pruebas en contra: 2, 24-27
* La sentencia: 2, 31-33.34.36-37
|
* Continúa la requisitoria: 3,1-5
* Conversión sin fingimiento: 3,
6-11
- Reconciliación: 3, 12-13.22
- Invitación, promesas: 3, 14-18
- Confesión: 3,22.23-25
* Respuesta de Dios: 4,1-2
|
2,
1-13. Denuncia con agravantes: se comprueba la
acusación planteada sobre el trasfondo de la historia de Israel.
Inicia una denuncia de יְהוָה
como parte agraviada por causa del incumplimiento,
crímenes y grave deslealtad del pueblo, hay una denuncia (v.1). También, existe
alusión directa a la elección y la alianza esponsal (כְּלוּלָה), por medio de las cuales Dios recuerda el
tiempo del amor. Habrá que tener en consideración la Alianza de los antepasados
Moisés y Aarón (v.2).
El pueblo de Israel es superior a los ángeles porque
es sagrado para el Señor, se le compara al diezmo que le pertenece a los
sacerdotes y a las primicias de las ofrendas, sin embargo sería un sacrilegio
el no estar en sintonía con dicha consagración. Entiéndase consagración como
algo que se aparta y transfiere a la esfera sagrada (v.3).
Específicamente, el v. 4 prepara la interpelación
por parte de Dios, que presenta y justifica los hechos, debido a que la
consecuencia de seguir a los ídolos es
la vaciedad (הֶבֶל); pero, prácticamente Dios no ha faltado a su compromiso, es la
esposa que lo ha dejado, yendo detrás de vanidades (v. 5).
Luego, en los vv. 6-7 tenemos como una síntesis de
la liberación que hace referencia a los elementos fundamentales de la fe del
pueblo: el éxodo, el camino por el desierto, posesión de la tierra.
A propósito la palabra אֶרֶץ es repetida
por tres veces y siendo heredad del Señor es execrada (תֹּעֵבַה)
por el comportamiento desviado del pueblo.
Dentro de la denuncia con
agravantes menciona cuatro ministerios: a) כֹּהֵן:
se ocupa del culto pero no busca a Dios, tal vez los sacerdotes se desviaron de
su tarea principal; b) el doctor de la interpretación de la ley cae en el
legalismo; c) El רָעָה: cae en la
soberbia y ya no garantiza la alianza.
d) נָבִיא: el profeta
que es delegado de Dios va detrás de בַּעַל.
En síntesis los mediadores también demostraron su infidelidad a la Alianza
(v.8).
Ya en el v.9 realiza una nueva introducción para
cuestionar su desempeño. Lo resaltante aquí es la culpa individualizada,
evitando enajenar. Invita a ser responsable de los actos.
Finalmente reflexiona sobre el proceso de conversión
que deriva de la כָּבוֹד de
Dios, oponiéndose a la vaciedad de los ídolos y destacando la falta de criterio
del pueblo al escogerlos que se espera pueda ser revertida. v.12.
Los cielos (שָׁמַיִם) están como testigos del pleito. Los testigos conforman uno de
los elementos de la Alianza para que se respete la palabra empeñada. Aunque
Israel sea infiel continúa siendo llamada para escuchar (vv. 10-11).
Luego, utiliza el símbolo מְק֣וֹר
׀ מַ֣יִם חַיִּ֗ים,
dicho manantial de agua es viva, eficaz, antigua, original al cual el pueblo
puede ir para satisfacer su sed. Posteriormente, se compara la idolatría con
las aguas estancadas de cisternas (v. 13).
2, 14-17. Condición pecadora:
Esta sección alude a una invasión de Judá por Egipto. Ciertamente se menciona a
dos ciudades egipcias Menfis y Tafnes (v. 16). Ante eso, la voz de Dios revela
la condición vulnerable y pecadora del pueblo. Quizás, el vocablo leones puede
referirse a los gobernantes (v.14). Ahora bien, el pueblo que nació de Abrahán
es proyectado a vivir en libertad. Pero, en verdad, Israel es víctima de un nuevo
vasallaje, aunque haya nacido para ser libre, para eso debe aceptar su
dependencia del único Señor (v. 15). Hasta
aquí, todo lo anterior es consecuencia de que Israel abandonó (עָזַב) a Yaweh (v.17).
2, 18-22. La maldad escarmienta:
las alianzas con otras naciones son en vano y eso traería el propio castigo.
Entonces, la alianza entre humanos no se compara a la Alianza con Dios. Judá
vuelve a caer en el engaño, el símbolo מַיִם es bivalente porque el Nilo y el Éufrates
pueden inundar (v. 18). Pero, existe un camino de perdón a pesar de la
apostasía, dicha reconciliación forma parte del plan salvífico, la misma
experiencia personal o voz interior pueden colaborar para el discernimiento (v.
19). Ahora bien, el v. 20 tiene imágenes muy fuertes: a) el עֹל
(yugo) signo del sometimiento y servidumbre, en este caso; b) el
prostituirse (זָנָה) tiene un sentido cúltico de los baales; c) colina alta
designaría a los santuarios cananeos, donde hacían ritos de la fecundidad.
Después adiciona otra imagen en el v.21: un
vino selecto, Jeremías usa alegóricamente la viña para describir la vida
histórico-religiosa de Israel que realiza un auto implante fuera de su vid.
Finalmente, el profeta sostiene que la verdadera ablución (purificación) debe
ser interior. Aquí la palabra כָּתַם
es el símbolo frecuente de la maldad que escarmienta (v.
22).
2,23.29-30.35. Intento de defensa: Siendo Israel la parte acusada hace
un intento de defensa para justificar su inocencia, dándose así otro paso del
pleito (v. 23.). Sin embargo, el acusador, en línea del amor, reitera la deuda
por buscar otro camino (דֶּרֶךְ), el de la
idolatría. Recordemos que el término בַּעַל
significa marido. Los vv. 29-30 corresponden a la última parte del rîb, prácticamente demuestran que el
acusado no tiene derecho a poner pleito. Finalmente, el pueblo acusa a Dios por
las calamidades sufridas, sin comprender los hechos, lo que nubla su vista ante
la pedagogía divina (v.30). El v. 35 reitera la inocencia o falta de
reconocimiento del error, pero el pleito culminará en un juzgamiento (שָׁפַט).
2, 24-27. Negación de cargos y
pruebas en contra: La
parte acusada niega los cargos y el acusador responde con pruebas imposibles de
negar, por ejemplo en el v. 24 la metáfora de asna salvaje, daría a entender que el pueblo no se deja domesticar
o conducir, por estar encerrado en sí mismo, acostumbrado al מִדְבָּר.
Esta falta de reconocimiento quebranta la Alianza. Es con los ídolos extranjeros (זָרִ֖ים), que desea
pactar políticamente, y así adultera y rompe la fidelidad con el Señor (v. 25).
Además compara con un delincuente sorprendido porque no puede
negar el hecho constatado (v.26). Por eso, el profeta lanza un escarnio contra
la madera y piedra que eran elementos
de los símbolos del culto de los lugares altos (v. 27).
2,
31-33.34.36-37. La sentencia. Regresa al tema principal en los vv. 31-33, entonces
es Judá la que ha sido infiel y no el Señor, a la acusación del pecado
religioso se agrega el pecado social, pues, los pobres son merecedores de
limosna y no son delincuentes in fraganti
(v.34). Después, el profeta termina con la imagen del מִדְבָּר,
significando los pasos iniciales en la vida esponsal. En el v. 34 dice que los
ladrones sorprendidos podrían ser eliminados en el acto, así también la
idolatría podía conducir a la muerte. En los vv. 36-37 encontramos un cambio de
דֶּרֶךְ (camino), de
Asiria a Egipto, el pueblo olvida a su Señor, con una actitud de oportunista
que lleva a la calamidad. En suma, el Señor no puede ser engañado y por esa
razón castigará a su extraviado pueblo.
Resumiendo, el profeta Jeremías tiene profunda
preocupación sobre la fidelidad a la Alianza. Está en contra de la apostasía
hecha por el pueblo contra Dios, así mismo ve cómo la ruptura con Dios lleva a
la injusticia social y al quebrantamiento de las leyes. En el fondo la Alianza
es parte de la economía de la salvación, por tal motivo todo el camino trazado
por el pueblo tiene una dimensión sagrada.
La tarea del profeta Jeremías es descrita en 1,10 y
el capítulo 2, 1-37 describe dicho trabajo. A continuación serán presentadas
las condiciones para la reconciliación.
3, 1-5. Continúa la
requisitoria:
En el v.1 nace la pregunta fundamental: ¿podrás volver a mí?, resaltando el
vocablo שׁוּב. Esta pregunta
puede ser programática, en vista a una posible conversión. Más aún, Israel se contamina en שְׁפָיִ֜ם, en lugares altos con la idolatría y/o
prostitución sagrada (v.2). Con la
dedicación de ritos a Baal, los israelitas querían asegurar sus proyectos de
producción (fecundidad), pero Dios es quien manda רָבִיב
(v. 3). Con todo, Dios quiere un amor
exclusivo, Israel no puede seguir amando a los ídolos. Llama la atención la
expresión אָבִ֑·י junto con el símbolo esponsal describirían la Alianza con Dios
(v.4). La sección termina con otra pregunta: ¿Estará enojado
para siempre? que consiste en una expresión -a través de la pregunta retórica-
de seguridad en la misericordia divina (v.5).
3, 6-11. Conversión
sin fingimiento: Inicia un nuevo oráculo, con el recurso literario de la
comparación entre dos hermanas, Israel y Judá. Dios sigue comunicando a su
portavoz (profeta) algo muy íntimo. Insiste en el uso del signo esponsal (סֵ֥פֶר
כְּרִיתֻתֶ֖י·הָ). Por otro
lado, la conversión debe ser auténtica, sin fingimiento (שֶׁקֶר) y de corazón
(לֵב), lugar de las decisiones. Al final, יְהוָה
proferirá su veredicto.
3, 12-13.22. Reconciliación: יְהוָה
cumple su compromiso y en sus manos está presente el amor y la
reconciliación. Evidentemente, el amor
divino siempre está dispuesto en acoger al pueblo arrepentido de corazón. Ahora
bien, el perdón tiene como base el fiel compromiso con lealtad. La llamada es
única iniciativa de Dios, que exige reconocimiento de las faltas. Insiste con
el שׁוּב porque el
Señor no niega su mirada. Ahora
habla el Señor: שׁ֚וּבוּ (volved!). Israel debe hacer penitencia y
reconocer los fundamentos de su fe, confesar que el Señor es el único Dios,
para renovar la Alianza quebrantada. La expresión: ‘y os curaré de vuestra
apostasía’ implica una promesa, un juramento (v.22).
3, 14-20. Invitación,
promesas:
Dios es el
verdadero dueño (בָּעַל), a él le
pertenece el pueblo (v.14). Dios se ocupa por medio de sus רֹעִ֖ים, con prudencia y comprensión (v.15). Al
mismo tiempo, el pueblo progresará (רָבָה) con esperanza
(v.16). Y el trono del Señor será toda Jerusalén, lugar de su morada y
presencia. Por cierto, a todo esto, figuran como cinco negaciones para dar un
tono más intenso (v.17). Jerusalén con dignidad será punto de reunión de todas
las naciones, dándose una dimensión universal de la Alianza, puede alegarse
aquí también el tema de la reunificación, ya que en dicha época Judá e Israel
estaban separados. Finalmente, los vv. 19-20 indican el fin a la reflexión
sobre el proyecto trazado por Dios (v. 19) y la actitud verdadera de Israel
(v.20). Dios desea mantener su Alianza, una relación a modo de un afecto
familiar, que no tiene comparación.
3,21.23-25. Confesión: El pueblo está en camino de conversión y toma conciencia
de la causa, hay llanto (בְּכִי). El profeta de nuevo emplea la palabra
‘cumbres’ (שְׁפָיִ֣י), simbolizando ahora lugar de lamentaciones (v.21). Es el resultado
de la cura del Señor e Israel se convence que el Señor es el único que puede
liberar (תְּשׁוּעָה), los cultos idolátricos son engaños (v.
23). Por tanto, seguir vaciedades y estar detrás de engaños hace que la
realidad sea vergonzosa (בֹּשֶׁת). Israel pierde su dignidad porque los
ídolos equivalen al fracaso (v. 24). En síntesis, el pecado (חָטָא) rompe con el
primer amor y provoca el dolor. Este momento se remonta también a los días de
la juventud del pueblo, en la que también quería cubrirse (כָּסָה) por la
vergüenza (v. 25).
4,1-2. Respuesta
de Dios:
estos versículos expresan la
definitiva respuesta de Dios, que consiste en la acogida al pueblo contrito,
proponiendo nuevas condiciones para la vida renovada. El pueblo, entonces, se
convierte en el portador de la bendición. Por otro lado, las metáforas de la
tierra y de la circuncisión de los corazones describen el proceso del retorno.
Luego, resaltan tres términos clave: אֶמֶת,
מִשׁפָּט, צְדָקָה,
que definen la tradición profética y la comprensión de la religión de Israel.
Estos términos reflejan que la religión verdadera no consiste en ritos vacíos o
en observancias exteriores, sino en la disposición de los valores interiores,
basada en el don. En pocas palabras,
la conversión de Israel tendrá una dimensión universal, en él serán bendecidas
(בָּרַךְ) todas las
naciones.
III.
Conclusión
El texto de Jr 2,1 – 4,2 intenta transformar
el corazón del lector, utilizando símbolos, preguntas retóricas, la memoria
histórica, los problemas de la realidad, etc. En el mismo existe una dinámica
constante de promesa, pecado, reconciliación en vista a la Alianza (בְּרִית). También están presentes los elementos
fundamentales de la Alianza: tierra, don, testigo y Palabra. Lo llamativo es
que durante todo el pleito יְהוָה no es
presentado como un juez sino como parte. Por otro lado, el pueblo es como novia
y joven esposa, mujer infiel, amante dócil, destacándose así el símbolo
matrimonial que expresa el vínculo entre Dios y su pueblo. Además fue corroborado
que el texto es penitencial en forma de רִיב profético.
Finalmente, la palabra dirigida al pueblo es
decisiva y plantea un acto definitivo, permanente e irrepetible, siendo los
profetas principales testigos. De tal manera esta nueva Alianza es transversal
para comprender la revelación divina. Prácticamente, todo el estudio giró sobre
la relación entre Dios y su pueblo, y reconociendo que el Señor siempre tiene
la iniciativa para renovar el pacto, que es puro don gratuito que espera una
respuesta del pueblo. Por tanto, la nueva Alianza representa la relación ideal
entre Dios y su pueblo, que se extiende a toda la humanidad (dimensión
universal).
IV.
Bibliografía
·
Couturier,
Guy P. Comentario bíblico “San Gerónimo”.
Madrid: Ediciones Cristiandad, 1971.
·
Schökel,
Luis Alonso y J.L. Sicre Díaz. Profetas.
Madrid: Ediciones Cristiandad, 1980.
POR: Professo Cristóbal Ávalos Rojas