Esta delimitación hace parte de una argumentación[2] sobre
la vida del bautizado que Pablo abordará bajo un fundamento cristológico. Dicha perícopa puede ser divida en dos unidades:
La
primera unidad 1-14. Composición
Subpropositio (vv. 1-2)
introduce la perícopa, en ella se abre el discurso con una pregunta corta, tal como
Τί οὖν ἐροῦμεν; (ya planteó en Rm. 3, 5-8) eso posibilita un desarrollo
posterior. También marca una antítesis entre ἀμαρτία-χάρις[3].
Pretende involucrar al oyente y hacer relevante su comunicado, con la respuesta
intensa, un rechazo (μὴ γένοιτο) a la
infidelidad del bautizado, ciertamente, esta respuesta, Pablo tratará de
argumentar.
La sección vv. 3-4
explica el itinerario de la muerte a la vida con Cristo, claramente, hay una estructura quiastica en el v. 3, a modo
de pregunta:
A - ¿Fuimos bautizados
B - en Cristo
Jesús
A– en su muerte
B– fuimos bautizados?
En el v. 4 la
expresión ‘porque fuimos con él sepultados’ (συνετάφημεν), indica el uso de una
metonimia (sepultar por morir),
acorde con la cultura judaica, con la sepultura se concluía el ritual de la
muerte, seguidamente, dirá la finalidad (ἵνα), que es vivir una vida nueva. Ofrece
la más profunda y original concreción paulina del bautismo.
La sección vv. 6, 5-7
trata de fundamental al anterior e insisten en la muerte (con Cristo) al pecado.
Propiamente, el v. 5 reaparece una frase argumentativa (formación: porque si… pero también), asimismo tiene una estructura antitética
muerte-resurrección. El v. 6 tiene un carácter demostrativo, en donde Pablo de
manera sintética y de forma casi axiomática resume los versículos anteriores
“nuestro hombre viejo fue crucificado con él…para no ser más esclavos del ἀμαρτία”.
Nótese, también, el paralelismo “hombre viejo” y “cuerpo del pecado”. El v. 7 menciona una frase causal: “porque el que murió queda justificado del pecado”, la palabra δικαιόω
permite reconocer el pensamiento paulino, relativamente.
Los vv. 8-11 tratarán
sobre la combinación de muerte y resurrección, en y con Cristo. Por otra parte,
el v. 8 indica la salida del bautizado de la vida de opresión. Verificase un paralelismo antitético ἀπεθάνομεν-πιστεύομεν.
El verbo συζήσομεν es una expresión de carácter escatológico, con miras a la
futura resurrección. El v. 9 refuerza los argumentos anteriores (vv. 3.6)
utilizando el verbo εἰδότες (modo participio). El v. 10 pretende explicar (con
paralelismo antitético muerte-vida) lo dicho anteriormente (γὰρ) iría en la
misma línea del v. 7, pero con la diferencia de que aquí el sujeto es Cristo y
no el hombre. Adicionalmente, resalta el término ἐφάπαξ, un adverbio utilizado
por única vez en sentido soteriológico[4]. Finalmente,
el v. 11 considera la nueva condición existencial del bautizado, un compartir
de la vida del Resucitado. Está ‘formulado en forma afirmativa (haced cuenta
que vosotros mismos estáis…), como reclamando la atención de los lectores con
el pronombre personal ὑμεῖς.
La sección conclusiva,
vv. 12-14 en tono de exhortaciones, aborda las
consecuencias éticas de la realidad de los bautizados. Se nota aquí un cambio
de estilo, es más parenético, además explicita el discurso dando como primera
advertencia Μὴ οὖν βασιλευέτω ἡ ἁμαρτία (v.12). Especifica la recomendación
utilizando dos verbos: παριστάνετε y παραστήσατε en modo imperativo, sin
olvidar, que el termino ἑαυτοὺς queda en
paralelismo con μέλη ὑμῶν (v.13). Finalmente, (v. 14) se expresarán las razones
sobre dos realidades distintas u opuestas: οὐ γάρ ἐστε ὑπὸ νόμον, ἀλλ' ὑπὸ
χάριν, expresamente, el bautizado deberá escoger estar bajo la benevolencia de
Dios y su realidad de ser vivos será consecuencia de aquello.
La
segunda unidad 6, 15-23. Composición
(Subpropositio v.15)
presenta una hipótesis de conjunción ἁμαρτήσομεν ὅτι οὐκ ἐσμὲν ὑπὸ νόμον, ἀλλ' ὑπὸ
χάριν; asimismo, tal pregunta será avance
en la exposición. Pablo, a su vez, repite la negación de manera asertiva μὴ
γένοιτο. Conviene subrayar que el cuestionamiento ya no es sobre
la relación entre ἀμαρτία-χάρις, sino entre χάρις- νόμος.
La sección vv. 16-18
expone una respuesta elaborada, en la cual, Pablo opondrá δοῦλος - ἐλευθερόω, precisamente, el v. 16 ofrece un paralelismo
sinonímico quiástico:
A – Al que presentáis
B – a vosotros mismos como siervos para
obediencia,
A’ – de aquel a quien obedecéis.
Seguidamente,
en el v. 17, Pablo da gracias a Dios, porque sus lectores salieron del pecado.
De hecho, el bautizado muriendo con Cristo, participaría también de la vida en
Cristo (vv.1-4). El 17b representa una crux
interpretum. Empero, se destaca como el Apóstol verifica un avance comunitario.
El v. 18 es una prolongación del v.17 y ofrece una recapitulación del discurso.
Además expone otro paralelismo antitético:
A – y habiendo sido librados
B – del pecado,
B’ – fuisteis
esclavos
A’ – de la justicia.
Es la primera vez
que aparece la palabra ‘libertad’ en Romanos. Ante todo, pretende demostrar que
la libertad del bautizado se fundamenta en la gracia de Dios en Cristo, y no
por el cumplimiento de las exigencias de la Ley. En el v. 19 (exhortación)
hay un intento de alcanzar mayor claridad, por tal motivo, acude a la
experiencia humana (ἀνθρώπινον λέγω). Denótese como Pablo concibe la vida del bautizado de
manera exigente y dinámica, en la cual uno debe servir siempre a Dios.
Los
vv. 20-23 intentan dar razones de como se contraponen la
vida pasada y presente del bautizado. Comienza esta sección afirmando: “Porque
cuando esclavos erais del pecado…” (v.20), tal expresión tendrá una réplica “¿Qué pues, fruto teníais entonces?” (v.21). El v. 22 describe la identidad del bautizado que
consistirá en ser, exclusivamente, ‘esclavo de Dios’. Por tanto, se deduce que
el bautizado es ‘libre para’ una nueva obediencia, aceptando a Cristo como su
único Señor.
Finalmente, el v.
23 hace una inclusión con el v. 20 con la palabra ἀμαρτία,
eso ciertamente posibilita descubrir una nueva antítesis entre ἀμαρτία- θεός. El término usado
para expresar recompensa es “paga”. Además, resalta la vida eterna en Cristo
como un don de Dios. En síntesis, el bautizado que vive en Cristo (dimensión
cristológica) garantiza su salvación.
De lo analizado anteriormente se deduce:
a)
Pablo demuestra que con el bautismo se
renuncia a la vida del pecado para optar por una vida en Cristo (1-14). De la
misma manera, indica el rechazo a la vida del pasado, para comenzar una nueva
vida (carácter escatológico), esperando la Resurrección. (En el cáp. 6 llamativamente
no hay una referencia al Espíritu Santo
como en el cáp. 8, lo cual no significa una ruptura).
b)
Por el bautismo, el sujeto hace parte del
cuerpo de Cristo, la Iglesia
(identidad social), consecuentemente, será beneficiado con diversos carismas
(dimensión pneumatológica). El mismo acto del bautismo, le exige obedecer y
aceptar solo a Cristo como su Señor. Implica una libertad para actuar conforme
a la voluntad divina.
c)
Dios es el único que da la vida eterna, sin
mérito humano por cumplir la Ley. El bautizado está llamado a la santificación
(vv. 19.21) y a dar fruto (v.21.22), impulsado por el mismo Cristo que revela
la misericordia de Dios (Padre)
hacia la humanidad.
Por:
[1] Cf. Jordi Sánchez Bosch, Escritos Paulinos (Estella: Verbo
Divino, 1998), 300-302.
[2] Cf. Jean-Noel Aletti, Comentario
Bíblico Internacional (Estella: Verbo Divino, 1999), 1416-1440.
[3] Cf.
Lorenzo Álvarez Verdes, El imperativo cristiano
en San Pablo (Valencia: San Jerónimo ,1980), 57-80.