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A identidade de Jesus no Evangelho de Marcos/ La identidad de Jesús en el Evangelio de Marcos

7 de setembro de 2014

A identidade de Jesus no Evangelho de Marcos
Encontrar a identidade de Jesus neste evangelho (o mais antigo) pode ajudar a compreender cristológicamente porque Cristo se revelou para salvar-nos. De fato, muitos temas teológicos vão aprofundar a salvação de Jesus que traz as pessoas (soteriológico).
Em Mc 1,16-20: inicia o caminho de Jesus com os discípulos. Muito diferente ao que acontecia em Israel onde os discípulos escolhiam o mestre, aqui é Jesus que escolhe. É um mestre atípico. A aproximação à figura de Cristo é mais como profeta do que como sacerdote ou rei. Com efeito, estes homens mudam de horizonte, agora o horizonte vai ser Jesus, que caminha diante deles, bom nem todos puderam vislumbrar o horizonte do mestre.
Os discípulos teriam dificuldades em descobrir quem é Jesus desde o princípio. Passam por problemas intelectuais, não entendem as parábolas (cap. 4) e problemas existenciais, a tempestade (cap. 4,35) aqui Mc associa o medo à fé, se esquecem ou não sabem que Jesus está ali.
 Na etapa da Cruz, 8,22; 10,52: a dificuldade continua sendo a pouca maturidade da fé. O cego de Betsaida, chega e pede um milagre, mais não fica curado num primeiro momento. Aqui que os discípulos estão na cegueira, e tem um caminho processual para sair dela. Nesta etapa Jesus, vai ensinar que é preciso negar-se a si mesmo e tomar a Cruz que significa colocar-se em seu lugar.
Em Mc 8, 26: Pedro chega a reconhecer quem é Jesus, mas depois muda a sua posição de discípulo diante de Jesus.
Porém se pensarmos que o evangelho de Marcos possui 16 capítulos, e apenas a partir do cap. 11 que começa o mistério pascoal. Os últimos capítulos são centrais para o evangelista.
O Jesus de Marcos, de um ponto de vista hermenêutico sempre está em movimento itinerante, não aleatório, mas, rumo a um lugar chamado Jerusalém porque a vida de Jesus está em função de sua Pascoa. Também, é algo paradigmático que os discípulos não podem fazer o caminho diferente ao do mestre.
Não é por acaso que Marcos coloca uma resposta do homem, “És o filho de Deus” (15,39) a respeito disso Delorme afirma: “quando Jesus morre, podemos finalmente ter a resposta de um homem, a de um pagão  - e não é uma causalidade! -, a do centurião romano ao pé da cruz “verdadeiramente este homem era filho de Deus” (15,39). A partir deste momento, nos diz Marcos, podeis dizer que Jesus é o filho de Deus, porque o haveis visto morrer. (pp., 22-23).
Portanto, somente pela cruz Jesus pode ser reconhecido verdadeiramente e a filiação nasce da perspectiva da vontade do Pai. Quem se opôs a Jesus negou segui-lo até a cruz e por isso o discípulo é convidado a responder tal como o Mestre.

La identidad de Jesús en el Evangelio de Marcos
Encontrar la identidad de Jesús en este evangelio (el más antiguo) puede ayudar para una comprensión cristológica y del porqué Cristo se reveló para salvarnos. De hecho, muchos temas teológicos van profundizar la salvación que trae Jesús (soteriológicamente).
Pues bien, en Mc 1,16-20: inicia el camino de Jesús con los discípulos. Muy diferente a lo que acontecía en Israel donde los discípulos escogían un maestro, aquí es Jesús el que escoge. Es un maestro atípico.  Por otro lado, en Marcos la aproximación a la figura de Cristo es más como profeta que como sacerdote o rey.
Durante el seguimiento los discípulos mudan de horizonte, ahora  el horizonte va ser Jesús, que camina delante de ellos, bueno no todos pudieron vislumbrar el horizonte del maestro. Del mismo modo, los discípulos tendrán dificultades en descubrir quién es Jesús desde el principio. Pasan por problemas intelectuales, no entienden las parábolas (cap. 4). Con todo el otro problema va ser existencial, como durante la tempestad (cap. 4,35) aquí Marcos asocia el miedo a la fe, se olvidan o no saben que Jesús está ahí.
En la etapa de la Cruz, 8,22-10,52: la dificultad continúa siendo la poca madurez de la fe. El ciego de Betsaida, llega y pide un milagro, más no queda curado en un primer momento. Aquí percibimos que los discípulos están en la ceguera, y tienen un camino procesual para salir de ella. En esta etapa Jesús, va enseñar que es preciso negarse a sí mismo y tomar la cruz que significa colocarse en su lugar. En Mc 8, 26 Pedro llega a reconocer quién es Jesús, pero después muda su lugar de discípulo.
Si observamos que el evangelio de Marcos posee 16 capítulos, solamente a partir del 11 comienza el misterio pascual, estos últimos capítulos son centrales para comprender el evangelio.
Evidentemente, el Jesús de Marcos, desde un punto de vista hermenéutico siempre está en movimiento, itinerante, no aleatorio, pero rumbo a un lugar llamado Jerusalén porque la vida de Jesús está en función de una Pascua. Además, es algo paradigmático que los discípulos no puedan hacer un camino diferente al del maestro.
No es por nada que Marcos coloca una respuesta del hombre, "Es el hijo de Dios" (15, 39) al respecto J. Delorme afirma: “Cuando Jesús muere, podemos finalmente tener la respuesta de un hombre, la de un pagano -y no es una casualidad!-, la del centurión romano al pie de la cruz: "Verdaderamente este hombre era hijo de Dios" (15, 39). Con ello queda rizado el rizo. A partir de este momento, nos dice Marcos, podéis decir que Jesús es el hijo de Dios, porque lo habéis visto morir. (pp., 22-23).
En conclusión, solamente por la cruz Jesús puede ser reconocido verdaderamente, ya que la filiación nace de la perspectiva de la voluntad del Padre. Quienes se opusieron a Jesús negaron a seguirle hasta la cruz y por eso el discípulo es invitado a responder tal como el Maestro. De hecho, no es posible dar una respuesta sino es en la cruz.
En fin, Cristo crucificado no es un símbolo de tristeza, es más el momento sublime cuando se revela su identidad filial. “El crucificado es el Hijo de Dios. Ahí es precisamente donde radica el punto neurálgico del evangelio de Marcos. Eso es lo que quiere meter en la cabeza de los cristianos”. (p. 23).

Por: Cristóbal Ávalos, postulante barnabita.
Tradução: Carlos Silva, postulante barnabita.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
DELORME, Jean. O Evangelho Segundo São Marcos. Navarra: Verbo Divino. 1990.
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